Poesia, narrativa, música y todo lo que sea plasmar pensamientos y sentimientos en forma de letras, fonemas o acordes.

lunes, 24 de octubre de 2011

Redención.

Soñando con un amor ebrio
En el invierno más frío
De un romántico exterminio
Pitan mis oídos y vibra mi testa
Una voz profunda de mujer hace el amor conmigo
Es algo efímero, es un jodido paraíso.

Sobredosis de inteligencia abstracta
Libera el torrente de mi licuado fluido
Saborea mi materia gris, está en venta
Y deja tranquilo a mi fantasma.

No rebusques más en las entrañas
Ráspame el óxido de las manos
Lubrica las gastadas falanges
Y hagamos algo hermoso.

Mujer de voz profunda, seráfica figura
LLévate contigo el indolente paraíso
Únicamente arrópame el alma.

Olvido.

Olvide tus pulmones en respiración asistida.
El vaho que desprendían en cual habitación fría.
Dibujaban ahumados un negativo,
De un corazón cuarteado y esquivo.

El sudor candente de un cuerpo
En ansia y recelo sumergido
Alimenta los deseos desvestidos
Que lubrica ese desarrapado corazón.

Entibia el astro las ventanas
Y hace lantente ese aroma áspero
Que brinda en noctívaga situación.

Activa de una vez, la herramienta de tu vida
Aspira ese olor despectivo
Viste esos deseos herrumbrosos
Y finalmente, vuelve a respirar.

lunes, 3 de octubre de 2011

Telegrafo platónico.

Ser a Deberia ser:        

Demasiado romantico. Stop. Demasiado sensible. Stop. Demasiado de época. Stop. Demasiado pasado de moda. Stop. Palabras lábiles. Stop. Herzios despertinos, Stop. Canciones óbitas. Stop. Sueño postergado. Stop. Piel perenne. Stop. Hipócrita estética. Stop. Amarga pobreza. Stop. Intoxicada vanidad. Stop. Execrable ira. Stop.

Deberia ser a Ser:

Embraga pasión. Stop. Emerge afecto. Stop. Sintoniza cambio. Stop. Abona la canción. Stop. Humedece tu piel. Stop. Intoxica a tu rabia. Stop. Anhela la quimera. Stop. Abluce tu alma. Stop.


Rutina

Para Isabel.


Una gota de lluvia, que impacta contra la ventana oxidada, luz tenue atravesando el cristal, haciendo cosquillas a pieles y hojas de papel, blandiendo insconsciente calidez a un aula repleta de sonidos, tintineos de bolígrafos nerviosos, despistados, otros acarician el papel con un fino rasgueo.
Voces claras y profundan que sumergen nuestros oídos en lagunas repletas de datos, y datos que a nuestro sino lo vemos sin sentido...y derrepente un tic-tac, que marca a hora y llega al fin, un trozo, un ínfimo pedazo, feliz y excitante donde se inventan un millón de historias, se recitan mil anécdotas y que sirve de bautismo a un día, que hasta el momento era ocre.