Nunca me paré a contemplar, lo hermosa que es algo tan ínfimo, efímero y carente de importancia para el hombre, como es la hierba.
Somo muy acostumbrados a eso, a no ver mas de lo que nos limita nuestro campo visual, acomodado a nuestra vil talla.
Hoy he hecho un pequeño esfuerzo, he regocijado mi cuerpo en el césped, y me he colocado a su misma altura, a unos escasos 10 centímetros.
Es hermosa.
La veo moverse cual baile, acariciada en la brisa, el sol iluminándola, y dejando ver en contraste las vénulas de su vaina clorofílica.
Me encanta hacer lo mismo...y si es en la arena y observar, en la medida de lo posible, la forma de los granos de arena...entonces ya me puedo ir a dormir tranquilo ese día =)
ResponderEliminarPrecioso,como tú.
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