Desasosiego en mis entrañas
Fuego en mis oídos
dolor antipatía y conformismo.
Oigo el rechinar de mis dientes.
Siento la realidad con zapatos de cemento
Mis hombros cargados de aire y escombro
un aire vil y enrarecido
que nuestra patria atmósfera mana.
Siento cada cicatriz y cada insulto
siento mi piel y mis huesos quebradizos
siento el devenir loco y paulatino
que la apariencia reaccionaria y demagoga nos flagela.
El plan era: camello, león y bailarín.
Ahora el león nos come, y el bailarín se ha ido de gira.
Ya no sé si somos hombres o figuras
si sostenidos de un hilo estamos
manejados por egoístas manos
que alimentar su concupiscencia buscan.
Siento vergüenza de mi
siento vergüenza de mi juventud
¿no nos damos cuenta que regalamos
nuestros derechos con supina gratuidad?
Derechos imprescindibles, derechos defendibles.
derechos que con sacrificio y sangre
nuestros abuelos derramaron
y ahora nos exigen a abandonarlos
aquellos mismos que se enriquecen con descaro.
pues yo no seré uno de esos títeres
andaré a pecho descubierto
a voz en grito marcaré mi destino
Clamaré: ¡ por la humanidad¡
y volveré en si sostenido.
Y si los trileros quieren quemarme cual marioneta rota.
que me quemen.
pero que mis palabras y actos sean la gasolina
Poesia, narrativa, música y todo lo que sea plasmar pensamientos y sentimientos en forma de letras, fonemas o acordes.
jueves, 15 de marzo de 2012
Palabras Incendiarias.
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